El primer año que me presenté a las oposiciones (2016), tras nueve meses de preparación con Marcial, conseguí plaza pese a no tener puntos por experiencia. No había estudiado filología, por lo que tuve que partir de cero en todas las partes del examen. El trabajo fue más fácil y efectivo gracias a la preparación que ofrece Marcial. El punto fuerte es que cada parte de la oposición se trabaja en profundidad con un profesor diferente y especializado en el tema. La constancia y, sobre todo, seguir las orientaciones de los profesores son puntos clave para superar con éxito la prueba.

Superado el CAP de Lengua y Literatura Castellana, un compañero sugirió que, si quería hacer oposiciones, él conocía al mejor preparador de Valencia [textual]. Y así fue. Tras cuatro meses de asistencia semanal a la academia y de estudio intensivo de los apuntes de Marcial, ¡doblete! Aprobado a la primera con plaza fija en Cataluña, y arañé el triunfo en la Comunitat Valenciana: séptimo en el tribunal de Castellón de la Plana, que sólo otorgaba seis plazas.

Los profesores me ayudaron y acompañaron a lo largo de todo el proceso, me hicieron sentir respaldada y segura.